
De negro a blanco, bajo líneas de sueños, caminos que se abrazan, desde lo más profundo del psico, durante cuatro minutos.
Llega todo en un paquete, entre colores y besos, excepto el tacto, hacia el corazón.
Dos que esperan hasta que el alma se derrame mediante la unión, para encontrar el lapso por el que se respira sin pausa, salvo el momento del suspiro, según sus implicados el acto puro, sin máscaras, un cuerpo descansa sobre el otro, tras el gozo...
Texto: Gemma Granados